Cumplir con los principios
pedagógicos del presente Plan de Estudios 2011 para la Educación Básica,
requiere de los docentes una intervención centrada en:
·
El aprendizaje de los alumnos, lo cual
implica reconocer cómo aprenden y considerarlo al plantear el proceso de
enseñanza.
·
Generar condiciones para la inclusión de los
alumnos, considerando los diversos contextos familiares y culturales, así como
la expresión de distintas formas de pensamiento, niveles de desempeño, estilos
y ritmos de aprendizaje.
·
Propiciar esquemas de actuación docente para
favorecer el desarrollo de competencias en los alumnos a partir de condiciones
que permitan la conjunción de saberes y su aplicación de manera estratégica en
la resolución de problemas.
·
Aplicar estrategias diversificadas para
atender de manera pertinente los requerimientos educativos que le demanden los
distintos contextos de la población escolar.
·
Promover ambientes de aprendizaje que
favorezcan el logro de los aprendizajes esperados, la vivencia de experiencias
y la movilización de saberes.
I.
Planificación
de la práctica docente
La planificación es un
proceso fundamental en el ejercicio docente ya que contribuye a plantear
acciones para orientar la intervención del maestro hacia el desarrollo de
competencias, al realizarla conviene tener presente que:
·
Los aprendizajes esperados y los estándares
curriculares son los referentes para llevarla a cabo.
·
Las estrategias didácticas deben articularse
con la evaluación del aprendizaje.
·
Se deben generar ambientes de aprendizaje
lúdicos y colaborativos que favorezcan el desarrollo de experiencias de
aprendizaje significativas.
·
Las estrategias didácticas deben propiciar la
movilización de saberes y llevar al logro de los aprendizajes esperados de
manera continua e integrada.
·
Los procesos o productos de la evaluación
evidenciarán el logro de los aprendizajes esperados y brindarán información que
permita al docente la toma de decisiones sobre la enseñanza, en función del
aprendizaje de sus alumnos y de la atención a la diversidad.
·
Los alumnos aprenden a lo largo de la vida y
para favorecerlo es necesario involucrarlos en su proceso de aprendizaje.
La ejecución de estos nuevos
programas requiere una visión de largo alcance que le permita identificar en
este Plan de Estudios de 12 años, cuál es la intervención que le demanda en el
trayecto que le corresponde de la formación de sus alumnos, así como visiones
parciales de acuerdo con los periodos de corte que habrá al tercero de
preescolar, tercero y sexto de primaria y al tercero de secundaria.
El eje de la clase debe ser
una actividad de aprendizaje que represente un desafío intelectual para el
alumnado y que genere interés por encontrar al menos una vía de solución. Las
producciones de los alumnos deben ser analizadas detalladamente por ellos
mismos, bajo su orientación, en un ejercicio de auto y coevaluación para que
con base en ese análisis se desarrollen ideas claras y se promueva el
aprendizaje continuo. Los conocimientos previos de los estudiantes sirven como
memoria de la clase para enfrentar nuevos desafíos y seguir aprendiendo, al
tiempo que se corresponsabiliza al alumnado en su propio aprendizaje.
Este trabajo implica que
como docentes se formulen expectativas sobre lo que se espera de los
estudiantes, sus posibles dificultades y estrategias didácticas con base en el
conocimiento de cómo aprenden. En el caso de que las expectativas no se
cumplan, será necesario volver a revisar la actividad que se planteó y hacerle
ajustes para que resulte útil.
Esta manera de concebir la
planificación nos conduce a formular dos aspectos de la práctica docente: el
diseño de actividades de aprendizaje y el análisis de dichas actividades, su
aplicación y evaluación.
El diseño de actividades de
aprendizaje requiere del conocimiento de qué se enseña y cómo se enseña en
relación a cómo aprenden los alumnos, las posibilidades que tienen para acceder
a los problemas que se les plantean y qué tan significativos son para el
contexto en el que se desenvuelven. Diseñar actividades implica responder lo
siguiente:
·
¿Qué situaciones resultarán interesantes y
suficientemente desafiantes para que los alumnos indaguen, cuestionen,
analicen, comprendan y reflexionen de manera integral sobre la esencia de los
aspectos involucrados en este contenido?
·
¿Cuál es el nivel de complejidad que se
requiere para la situación que se planteará?
·
¿Qué recursos son importantes para que los
alumnos atiendan las situaciones que se van a proponer? ¿Qué tipo de materiales
son pertinentes y significativos para el estudiante? ¿un material impreso, un
audiovisual, un informático?¿Qué aspectos quedarán a cargo del alumnado y
cuáles es necesario explicar para que puedan avanzar?
·
¿De qué manera pondrán en práctica la
movilización de saberes para lograr resultados?
·
¿Qué actividades resultan más significativas
al incorporar las tecnologías de la información y la comunicación?
El diseño de una actividad o
de una secuencia de actividades requiere del intercambio de reflexiones y
prácticas entre pares que favorezca la puesta en común del enfoque y la
unificación de criterios para su evaluación.
Otro aspecto, se refiere a
la puesta en práctica de la actividad en el grupo, en donde los ambientes de
aprendizaje serán el escenario que genere condiciones para que se movilicen los
saberes de los alumnos.
Una planificación útil para
la práctica real en el salón de clase implica disponer de la pertinencia y lo
significativo de la actividad que se va a plantear con relación a los intereses
y el contexto de los alumnos, conocer las expectativas en cuanto a sus
actuaciones, las posibles dificultades y la forma de superarlas, los alcances
de la actividad en el proceso de aprendizaje, así como de la reflexión
constante que realice en su propia práctica docente que requerirá replantearse
continuamente conforme lo demande el aprendizaje de los estudiantes.
II.
Ambientes
de aprendizaje
Son
escenarios construidos para favorecer de manera intencionada las situaciones de
aprendizaje. Constituye la construcción de situaciones de aprendizaje en el
aula, en la escuela y en el entorno, pues el hecho educativo no sólo tiene
lugar en el salón de clases, sino fuera de él para promover la oportunidad de
formación en otros escenarios presenciales y virtuales.
Sin
embargo, el maestro es central en el aula para la generación de ambientes que
favorezcan los aprendizajes al actuar como mediador diseñando situaciones de
aprendizaje centradas en el estudiante; generando situaciones motivantes y
significativas para los alumnos, lo cual fomenta la autonomía para aprender,
desarrollar el pensamiento crítico y creativo, así como el trabajo
colaborativo. Es en este sentido, que le corresponde propiciar la comunicación,
el diálogo y la toma de acuerdos, con y entre sus estudiantes, a fin de
promover el respeto, la tolerancia, el aprecio por la pluralidad y la
diversidad; asimismo, el ejercicio de los derechos y las libertades.
La
escuela constituye un ambiente de aprendizaje bajo esta perspectiva, la cual
asume la organización de espacios comunes, pues los entornos de aprendizaje no
se presentan de manera espontánea, ya que media la intervención docente para
integrarlos, construirlos y emplearlos como tales.
La
convivencia escolar es el conjunto de relaciones interpersonales entre los
miembros de una comunidad educativa y generan un determinado clima escolar. Los
valores, las formas de organización, los espacios de interacción real o
virtual, la manera de enfrentar los conflictos, la expresión de emociones, el
tipo de protección que se brinda al alumnado y otros aspectos configuran en
cada escuela un modo especial de convivir que influye en la calidad de los
aprendizajes, en la formación del alumnado y en el ambiente escolar.
De
igual manera, los ambientes de aprendizaje requieren brindar experiencias
desafiantes, en donde los alumnos se sientan motivados por indagar, buscar sus
propias respuestas, experimentar, aprender del error y construir sus
conocimientos mediante el intercambio con sus pares.
En
la construcción de ambientes de aprendizaje destacan los siguientes aspectos:
·
La claridad respecto del propósito educativo
que se quiere alcanzar o el aprendizaje que se busca construir con los alumnos.
·
El enfoque de la asignatura, pues con base en
él deben plantearse las actividades de aprendizaje en el espacio que estén al
alcance y las interacciones entre los alumnos, de modo que se construya el
aprendizaje.
·
El aprovechamiento de los espacios y sus
elementos para apoyar directa o indirectamente el aprendizaje, lo cual permite
las interacciones entre los alumnos y el maestro; en este contexto cobran
relevancia aspectos como: la historia del lugar, las prácticas y costumbres, las
tradiciones, el carácter rural, semirural, indígena o urbano del lugar, el
clima, la flora y fauna, los espacios equipados con tecnología, entre otros.
Para
diseñar un ambiente de aprendizaje, el profesor debe tomar en cuenta que las
tecnologías de la información y la comunicación están cambiando radicalmente el
entorno en el que los alumnos aprendían. En consecuencia, si antes podía usarse
un espacio de la escuela, la comunidad y el aula como entorno de aprendizaje,
ahora espacios distantes pueden ser empleados como parte del contexto de
enseñanza.
III.
Modalidades
de trabajo
Situaciones de aprendizaje.
Son el medio por el cual se organiza el trabajo docente, a partir de planear y
diseñar experiencias que incorporan el contexto cercano a los niños y tienen como
propósito problematizar eventos del entorno próximo. Por lo tanto, son
pertinentes para el desarrollo de las competencias de las asignaturas que
conforman los diferentes campos formativos.
Una de sus principales
características es que se pueden desarrollar a través de talleres o proyectos.
Esta modalidad de trabajo se ha puesto en práctica primordialmente en el nivel
preescolar, sin embargo, ello no lo hace exclusivo de este nivel, ya que las
oportunidades de generar aprendizaje significativo las hacen útiles para toda
la Educación Básica. Incluyen formas de interacción entre alumnos, contenidos y
docentes, favorecen el tratamiento inter y transdisciplinario entre los campos
formativos.
Proyectos.
Son un conjunto de actividades sistemáticas e interrelacionadas para reconocer
y analizar una situación o problema y proponer posibles soluciones. Brindan
oportunidades para que los alumnos actúen como exploradores del mundo,
estimulen su análisis crítico, propongan acciones de cambio y su eventual
puesta en práctica; los conduce no sólo a saber indagar, sino también a saber
actuar de manera informada y participativa. Los proyectos permiten la
movilización de aprendizajes que contribuyen en los alumnos al desarrollo de
competencias, a partir del manejo de la información, la realización de
investigaciones sencillas (documentales y de campo) y la obtención de productos
concretos. Todo proyecto considera las inquietudes e intereses de los
estudiantes y las posibilidades son múltiples ya que se puede traer el mundo al
aula.
Secuencias
didácticas. Son actividades de aprendizaje organizadas que
responden a la intención de abordar el estudio de un asunto determinado, con un
nivel de complejidad progresivo en tres fases: inicio, desarrollo y cierre.
Presentan una situación problematizadora de manera ordenada, estructurada y
articulada.
IV.
Trabajo
colaborativo
Para que el trabajo
colaborativo sea funcional debe ser inclusivo, entendiendo esto desde la
diversidad, lo que implica orientar las acciones para que en la convivencia,
los estudiantes expresen sus descubrimientos, soluciones, reflexiones, dudas,
coincidencias y diferencias a fin de construir en colectivo.
Es necesario que la escuela
promueva prácticas de trabajo colegiado entre los maestros tendientes a
enriquecer sus prácticas a través del intercambio entre pares para compartir
conocimientos, estrategias, problemáticas y propuestas de solución en atención
a las necesidades de los estudiantes; discutir sobre temas que favorezcan el
aprendizaje, y la acción que como colectivo requerirá la implementación de los
programas de estudio.
Es a través del intercambio
entre pares en donde los alumnos podrán conocer cómo piensan otras personas,
qué reglas de convivencia requieren, cómo expresar sus ideas, cómo presentar
sus argumentos, escuchar opiniones y retomar ideas para reconstruir las
propias, esto favorecerá el desarrollo de sus competencias en colectivo.
El trabajo colaborativo
brinda posibilidades en varios planos: en la formación en valores, así como en
la formación académica, en el uso eficiente del tiempo de la clase y en el
respeto a la organización escolar.
V.
Uso
de materiales y recursos educativos
Los materiales ofrecen
distintos tipos de tratamiento y nivel de profundidad para abordar los temas;
se presentan en distintos formatos y medios. Algunos sugieren la consulta de
otras fuentes así como de los materiales digitales de que se dispone en las
escuelas.
Los acervos de las
bibliotecas escolares y de aula, son un recurso que contribuye a la formación
de los alumnos como usuarios de la cultura escrita. Complementan a los libros
de texto y favorecen el contraste y la discusión de un tema. Ayudan a su
formación como lectores y escritores.
Los materiales audiovisuales
multimedia e Internet articulan de manera sincronizada códigos visuales, verbales
y sonoros, que generan un entorno variado y rico de experiencias, a partir del
cual los alumnos crean su propio aprendizaje.
Los materiales y recursos
educativos informáticos cumplen funciones y propósitos diversos; pueden
utilizarse dentro y fuera del aula a través de los portales educativos y de la
plataforma Explora.
La
tecnología como recurso de aprendizaje
En la última década las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación han tenido impacto
importante en distintos ámbitos de la vida económica, social y cultural de las
naciones y, en conjunto, han delineado la idea de una Sociedad de la
Información. El enfoque eminentemente tecnológico centra su atención en el
manejo, procesamiento y la posibilidad de compartir información. Sin embargo,
los organismos internacionales como la CEPAL y la UNESCO, han puesto el énfasis
en los últimos cinco años en la responsabilidad que tienen los estados
nacionales en propiciar la transformación de la sociedad de la información
hacia una sociedad del conocimiento.
La noción de sociedad de la
información se basa en los progresos tecnológicos; en cambio, la sociedad del
conocimiento comprende una dimensión social, ética y política mucho más
compleja. La sociedad del conocimiento pone énfasis en la diversidad cultural y
lingüística; en las diferentes formas de conocimiento y cultura que intervienen
en la construcción de las sociedades, la cual se ve influida, por supuesto, por
el progreso científico y técnico moderno.
Bajo este paradigma, el
sistema educativo debe considerar el desarrollo de habilidades digitales, tanto
en alumnos como en docentes, que sean susceptibles de adquirirse durante su
formación académica. En la Educación Básica el esfuerzo se orienta a propiciar
el desarrollo de habilidades digitales en los alumnos, sin importar su edad,
situación social y geográfica, la oportunidad de acceder, a través de diversos
dispositivos tecnológicos, de nuevos tipos de materiales educativos, nuevas
formas y espacios para la comunicación, creación y colaboración.
De esta manera, las TIC
apoyarán al profesor en el desarrollo de nuevas prácticas de enseñanza y la
creación de ambientes de aprendizaje dinámicos, y conectados, que permiten a
estudiantes y maestros:
·
Manifestar sus ideas y conceptos; discutirlas
y enriquecerlas a través de las redes sociales;
·
Acceder a programas que simulan fenómenos,
permiten la modificación de variables y el establecimiento de relaciones entre
ellas;
·
Registrar y manejar grandes cantidades de
datos;
·
Diversificar las fuentes de información;
·
Crear sus propios contenidos digitales
utilizando múltiples formatos (texto, audio y video);
·
Atender la diversidad de ritmos y estilos de
aprendizaje de los alumnos.
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